miércoles, 8 de mayo de 2013

Ines

...helado sabor a café para despertar del verano, querido invierno
nos aburrimos del cielo y esparcimos cenizas hacia él mientras nos miraba
cuando el sol pintaba el cielo todas las tardes antes de su partida, y revivía al día siguiente cegandonos.
ahora estamos congelados, empezando a creerle más al viento que al tiempo.
mientras que el ojo ciego se queda sin luces que lo acompañen cuando oscurece.
congelados.

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